Aceite de macadamia: Este aceite es ligero y no obstruye los poros, por lo que es ideal para cabello graso. Ayuda a controlar la producción de sebo y a mantener el cabello limpio por más tiempo.
Aceite de coco: El aceite de coco tiene propiedades antibacterianas y antifúngicas que pueden ayudar a combatir problemas asociados con el cuero cabelludo graso, como la caspa y la irritación. Además, aporta hidratación y brillo al cabello sin dejarlo pesado.
Manteca de karité: La manteca de karité es conocida por sus propiedades hidratantes y nutritivas. Aunque puede parecer contraintuitivo usar una manteca en el cabello graso, la manteca de karité es ligera y no obstruye los poros, por lo que puede ayudar a equilibrar la producción de sebo y acondicionar el cabello sin dejarlo grasoso.
Estos ingredientes se combinan para crear un shampoo sólido que limpie suavemente el cabello, elimine el exceso de grasa y nutra el cuero cabelludo sin dejar residuos grasos.
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