El aceite de macadamia es conocido por su capacidad para hidratar y suavizar el cabello. Contiene ácidos grasos omega-7 que ayudan a fortalecer y proteger el cabello de daños externos. Además, proporciona brillo y reduce el frizz.
El aceite de coco es altamente nutritivo y ayuda a acondicionar el cabello, dejándolo suave y manejable. También tiene propiedades antibacterianas y antifúngicas, lo que ayuda a mantener el cuero cabelludo saludable.
La manteca de karité es rica en vitaminas y ácidos grasos esenciales que nutren y reparan el cabello dañado. Ayuda a mejorar la elasticidad del cabello y previene la sequedad y la rotura.
Al utilizar un shampoo sólido elaborado con estos ingredientes, asegúrate de humedecer tu cabello y frotar suavemente el champú sobre el cuero cabelludo y las raíces. Masajea suavemente el cabello para generar espuma y luego enjuaga bien.
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